¡Saludos
queridos sobrinos! Ésta fue la primera de varias entradas que compartí con ustedes en el espacio de "Los Aristócratas”.
Desde que ingresé a Twitter muchos han tenido la
confianza de pedir mi consejo sobre diversos temas: gastronomía, vinos,
etiqueta. Entre los mejores ejemplos enumero:
- Un sobrino preguntando cómo armar el menú para recibir a sus suegros para cenar.
- Una madre de familia que no sabía cómo vestir la mesa para recibir a las mamás de los compañeros de su hijo.
- ¡Una pequeña que no sabía por qué se dice “salud” al estornudar!
Como estos
podría citar muchos ejemplos, y como estos temas pienso abarcar varios más.
Pues bien, iniciemos
con una breve explicación sobre la importancia de saber cómo actuar en una
sociedad a la que, nos guste o no, pertenecemos.
- La religión y la cosmovisión
- El lenguaje
- La comida
- La organización social
- Las formas de vivienda
- El género
MODALES,
ETIQUETA, BUENAS COSTUMBRES… en distintos niveles, estos conceptos provienen de
la regla básica del hombre: el RESPETO. Para convivir hay que respetar. Las
faltas de respeto llevan a momentos de tensión que culminan en rebeldía,
violencia y agresiones.
Los modales, en primera instancia, se crearon para poder convivir en armonía con la gente que
nos rodea. Los
buenos modales expresan el nivel de conciencia que tenemos hacia los demás, y
al mismo tiempo reflejan el respeto que
tenemos hacia nuestra propia persona.
La etiqueta hace referencia al ceremonial
de “lo que se acostumbra hacer”, “el correcto proceder en ciertas
circunstancias”, y “el estilo con que se ejecutan ciertas acciones” y que se
deben respetar en ciertos ámbitos bajo normas convencionales. En resumen: es el
refinamiento de los buenos modales.
Estos términos
se engloban en la definición esencial de Buenas
Costumbres: manifestaciones de los elementos
esenciales de la educación del ser humano que ayuda a mantener el respeto a la gente con la que nos
relacionamos.
¿Por qué es importante
la definición? Porque tanta palabrería sin un significado claro puede imponer más por la pomposidad con que se les
menciona, que por lo que en verdad son.
A
continuación, los invito a hacer una breve evaluación de modales, nadie salvo
ustedes sabrá el resultado. Si todo sale bien no tienen de qué preocuparse, si
algo deben mejorar recuerden que por los pequeños cambios personales ¡se
alcanzan las grandes acciones comunitarias!
Al levantarse, ¿dan los buenos días a la gente con
quien viven?
Al retirarse de un sitio o al finalizar el día, ¿se
despiden?
Al pedir algo, ¿lo hacen diciendo “por favor”?
Al recibir algo, ¿dan las gracias?
Cometieron un error, ¿piden perdón?
Saludar
es fundamental. No es necesario que sea algo efusivo, gracias al lenguaje
corporal, una sonrisa o un saludo con la palma de la mano basta para establecer
el primer contacto agradable y correcto con la gente. ¿Recuerdan la frase: “La
primera impresión JAMÁS se olvida”?
Es una realidad que
muchas personas saludan cordialmente, pero al retirarse no prestan atención a
despedirse. Despedirse es de vital importancia, expresa el afecto que sentimos
por una persona e incluso marca los términos en que está la relación.
Si los despiden
sonriendo y diciendo “Un placer, ¡vuelve pronto!” se siente muy diferente a una
despedida enfurruñada y tan expresiva como el más seco “Hasta nunca”.
El
ser agradecido significa que saben recibir algo y saben expresarlo. La gente se
alegrará con este buen comportamiento y los invitará a volver a pasar un tiempo con
ustedes.
Saber escuchar. Cuando
tienen algo que decir debe haber alguien que los escuche. Si alguien desea
comunicarles algo escuchen, así también tendrán quién los oiga cuando lo
necesiten.
Ser servicial no
significa ser sumiso, es estar dispuesto a ayudar cuando se nos solicite o
cuando sepamos que es necesario.
Higiene personal, extremadamente
importante:
Ducha diaria por las mañanas para los adultos,
y después de realizar actividades físicas que causen sudoración.
Limpieza y cuidado de manos, pies (uñas cortas
o muy bien cuidadas) y oídos.
Higiene bucal, por estética y cuestiones de
salud. Lavarse la boca después de cada alimento.
Lavarse las manos antes de comer y después de
ir al baño.
Ropa y calzado limpios y en buen estado.
Existe la etiqueta verde o educación ambiental: NO DESPERDICIAR EL AGUA.
Vestir de manera
adecuada y cómoda.
Postura correcta. Es
cuestión de salud física, una mala postura al sentarse o estar de pie puede
causar dolores de espalda, cuello e incluso lesiones.
Por último, les comparto una anécdota de las que más me ha dado qué pensar: fuimos a desayunar varias amigas y yo a Coyoacán
y decidimos entrar al mercado. Así como me ven les afirmo, para probar la
verdadera comida de diferentes regiones hay que ir a los mercados, pero después
les hablaré sobre gastronomía. Elegimos un establecimiento limpio y comenzamos
a comer cuando se nos acerca una señora vendiendo cestos de mimbre. El cuadro:
una humilde artesana ofreciendo su trabajo a un grupo de señoras como ésta su
tía, con el olor a comida y viendo nuestros platos. Todas dijimos que no, gracias,
luciendo sonrisa y mirada amable. Andrea, hija de Doña Blanca de Villalpando y
Argote, se levanta y la invita a sentarse junto a ella y pagar su consumo. Al
resto de bobaliconas nos dejó heladas y con la sonrisa congelada. Eso es
educación, sobrinos.
Siempre prometo ser
breve y nunca lo logro. Espero que esta introducción que cubre lo más básico
sobre la línea que seguirá mi sección, les dé una idea sobre el estilo de mis
entradas, sobre la familiaridad con que me dirigiré a ustedes, y sobre lo sencillo
que deseo hacerles el proceso de aceptar lo que con verdadero interés comparto.
Me despido compartiendo
esta última imagen que me ha hecho reír pero expresa
que los modales son de todos y para todos. Les reitero que cualquier duda o
comentario pueden hacérmelo saber aquí en el blog o a través de
mi twitter @TiaToncha. Si desean que ahondemos sobre algún tema en particular ¡propónganlo!
¡Que tengan un
excelente día!
Tía Toncha.
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